Todas las polémicas del padre Báez hasta justificar el asesinato de las niñas de Tenerife

Se llama Fernando Báez Santana, pero todo el mundo le conoce como el padre Báez. Su parroquia está en Jinámar, Gran Canaria, y es polémico desde hace 30 años por sus manifestaciones públicas que durante los últimos tiempos han encontrado eco en redes sociales como Facebook o Youtube. La última, relacionar el asesinato de las niñas de Tenerife con una supuesta infidelidad de la madre por rehacer su vida con otra pareja.

«Si el matrimonio hubiese sido fiel, si no hubiese roto, esas niñas seguirían vivas» y «antes el hombre aguantaba a las mujeres aunque se volvieran locas y las mujeres al hombre aunque fuera un borracho sucio. Ahora no», llegó a decir en la charla que ahora le puede llevar ante la Fiscalía grancanaria.

Pero no es fácil ver al padre Báez en un juzgado, es mucho más común verle fuera de su iglesia con camiseta o sudadera y boina amarillas, casi siempre con restos de tierra y con poca contención verbal. El padre Báez se declara defensor del medio ambiente y «por eso le doy caña a diario al presidente del cabildo, porque envenena las plantas», dice en un vídeo grabado en diciembre de 2020 donde enseña su casa, su cabra y sus gallinas.

En su juventud, hace 30 años, practicó el yoga, pero es más conocido por sus vídeos, donde insulta frecuentemente a cargos públicos e incluso amenaza. Llegó a firmar un artículo de opinión en un periódico local donde invitaba a «pegarle un tiro al presidente del Cabildo de Gran Canaria» por  autorizar la eliminación de cabras salvajes, según publicó en su momento la cadena SER.

Ahora, la Fiscalía estudia sus declaraciones en las que justifica el asesinato de las pequeñas Anna y Olivia a manos de su padre y carga las culpas sobre la madre, de quien llega a decir que «recoge lo que sembró».

El Cabildo de Gran Canaria anunció el mismo lunes, cuando se conocieron las declaraciones del padre Báez, que está recabando la documentación necesaria para presentar una denuncia ante la Fiscalía contra Fernando Báez Santana para que investigue. La Consejería de Igualdad, Diversidad y Transparencia realiza la recopilación de sus intervenciones referidas a este caso.

Famoso desde hace 30 años

Pero el padre Báez ya era polémico hace años y es bien conocido en Canarias. Cuenta además con un reconocimiento y apoyo social mayor del que se le supone, sobre todo en entornos rurales y en los barrios más deprimidos. En agosto de 1990, saltó a la fama de manera no deseada cuando organizó una caminata al barranco perdido de Guguy con cerca de 40 menores.

Aquella aventura terminó con la muerte por calor de la joven Yasmina Santana Alonso, de tan sólo 17 años. Entonces, el padre Báez estuvo 21 horas junto al cadáver de la joven mientras decía a los otros niños que Yasmina estaba durmiendo. Poco después, en un artículo de opinión llegó a escribir que «si esta chica no me avisó de lo que ocurría, el problema no es mío». La historia la recogía hace 31 años el diario La Provincia.

La familia de la víctima pidió que el cura no diese la misa de funeral por estas declaraciones, pero no se les hizo caso, también pidieron una investigación policial, pero tampoco nadie les hizo caso. El Obispado tampoco movió un dedo y el padre Báez continuó oficiando misa en su parroquia.

Aquel suceso catapultó, increíblemente, a la fama al padre Báez, que no dudó en salir en programas de radios y televisiones locales para justificar su actuación y declinar cualquier responsabilidad. Con la llegada de Internet y las redes sociales el cura creó su propio canal en una conocida red social, donde tiene miles de seguidores.

En el año 2006, una vecina de Gáldar le denunció por agresión. Según la mujer, fue a pedirle explicaciones porque el cura la acusó de malos tratos en una radio local y eso afectaba a su imagen. Siempre según la mujer, el cura cerró la puerta de la iglesia y comenzó a darle puñetazos y cabezazos. Cuando pudo escapar los vecinos llamaron a la Guardia Civil.

No es la única denuncia por agresión. En 2019 una madre contó que el padre Báez pegó a su hijo en dos ocasiones cuando se acercó a pedirle un autógrafo:»El primero una caricia, el segundo para que lo sintiera», llegó a responder al padre del menor cuando acudió a pedir explicaciones. También fue denunciado ante la Guardia Civil, según contaba también la cadena SER. Cuando Lidia Henríquez fue asesinada por su ex pareja en Gran Canaria, el padre Báez también justificó este asesinato machista.

En 2011, Báez criticó al Ayuntamiento de Las Palmas por repartir preservativos durante los Carnavales «porque incentivan el folleteo». Una vez fue invitado al programa Espejo Público de Antena 3, donde calificó al público asistente de «toda esa gente que ni estudia ni trabaja». Pero sin duda, una de las imágenes más extrañas fue cuando convirtió el altar de su Iglesia en el camerino del concurso de Drags Queen de Telde, por lo que fue aplaudido por los asistentes al carnaval de ese año.

En octubre de 2019, el cura de Jinámar expulsó como catequista a un hombre que justificó la homosexualidad en un programa de radio al que él estaba invitado.

Uno de los vídeos virales del polémico cura fue cuando se cayó sobre una penca o tunera. «¡coño que me mato por enseñarles la tunera!», se le oye exclamar. O la bronca que monta en otro vídeo cuando le dan agua de una marca francesa y estalla la botella contra un banco, haciéndola añicos. «Del coño su madre nos traen agua para que este pueblo lo beba, para que el pueblo se arruine. Paga un euro por un agua venida del coño su madre», llega a decir en el vídeo.

El padre Báez nunca ha sido apartado por el Obispado de sus funciones, pero quizás, ahora, el caso de las niñas de Tenerife sea la gota que ha colmado el vaso. El obispo de Canarias, José Mazuelos, ha anunciado que antes de tomar cualquier decisión deberá hablar con el cura y recibir asesoramiento de los expertos en Derecho Canónigo. De momento, le han prohibido hacer declaraciones públicas.